Es ya casi un ritual el hecho de intercambiar tarjetas al comenzar o finalizar una reunión con clientes, proveedores, etc. Particularmente, lo encuentro un auténtico rollo, pues hoy en día nos movemos con contactos electrónicos y el simple hecho de tener que leer y escribir en el cliente de correo o Outlook los datos de una persona parece algo de otra época.
Leo aquí una posible modernización del intercambio de contactos y no puedo más que desear que éste, u otro invento, sustituya al clásico sistema de las dichosas tarjetitas.
domingo, 7 de diciembre de 2008
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